miércoles, 5 de septiembre de 2007

BUNBURY Y LA NUEVA HORDA (hetero)SEXUAL. Orgiástica, orgásmica y no ortodoxa.

"Parece que yo, yo hago del amor
algo caprichoso e inmoral"
Bushido, L´amour
Sé que prácticamente es un suicidio hablar en público de Enrique Bunbury (que si es un pachequero-chaquetero, falto de talento, mal imitador de Morrison y demás), pero es que no puedo dejar de hacerlo, ayer casi me avientan un café por nombrarlo en la mesa, pero hombre!!, al parecer no resulta adecuado hablarle a un sujeto (hetero) masculino acerca de uno mas bello e irresistiblemente sexual, orgiástico y erótico que él.


No importa lo que Bunbury autoproclame con respecto a su sexualidad, lo destacado en esto es la versatilidad erótica que demuestra en sus canciones, ya lo anticipaba en Salomé: "Me pides lo imposible y yo te lo concedo". Cada uno de sus discos ha representado un acercamiento a la (hetero)sexualidad nada ortodoxa, esta cuestión de paria, sin fronteras ni país, lo ha situado en un punto de constante ebullición sexual.
Se vuelve tácita la ejecución de ciertas prácticas sexuales sui generis en las letras de Bunbury, lo cual, se ha dado de manera gradual, eran obvias las referencias hacia las mujeres en los títulos de sus canciones, pero la manera de tratar estas relaciones es lo que ha variado, brindándonos una amplia muestra de erotismo y sexualidad exacerbante, delirante e inclusive decadente.



¿Pero decadente de qué?, pues de que mas se habla en este blog: DE LA HETERONORMATIVIDAD y toda su instrumentación, la dupla lograda con Carlos Ann en algunas canciones del Freak Show (L´amour y Lo que queda por vivir) y del album Bushido(Golpe en la sien) y la última efectuada en complicidad con Nacho Vegas en El tiempo de las cerezas han efectuado una mutación de Bunbury pasando de la simple adoración de las artimañas femeninas hacia la profanación del cuerpo de la mujer en cuestión, y con figuras mujeriles, no solamente etéreas, es decir, aquellas que no se dejan, o aquellas que se dejan demasiado, sino ampliado a prostitutas y prácticas tales como el Gang Bang, (sino saben que es un Gang Bang gogléenle), misma práctica que da título a una canción ejecutada a dúo con Vegas:



Mira que tú fuiste el rey, con tu cetro en la mano y los ojos clavados en gente que sabes que no llegarás a conocer ni aunque vivas mil años y el cielo se postre a tus pies, pero su mirada no se despega de tu pantalón.


Otra práctica recurrente es El collar de perlas -sino recuerden a Samantha de SEX AND THE CITY-, como lo nombran Bunbury & Vegas en Secretos y mentiras:

Querías un regalo y,
yo derramé encantado
como un grifo entre tus tetas aquel collar de perlas
y en ese instante el mundo terminó

O Látex, canción utilizada como sencillo del cd hecho con Vegas, tal vez esto nos explique el por que la poca difusión en nuestro país:

Porno a domicilio, nice nurse...
Látex para la noche
tetas repletas de besos para mamar
Látex para la madamme de mi hogar público y privado

Y así podría continuar hasta llegar a La señorita hermafrodita en la cual el se encuentra pidiendo otra ronda de sake, cual si fuera una Onnagata la que tuviera frente a él y se repite como si fuese un ritual:

La señorita hermafrodita
no se pinta lo suficiente,
no se quita lo suficiente,
no me excita lo que debiera.
La cual culmina ofreciéndonos una posibilidad:
Ya sé que piensas que no hay excusa que valga,
espera que se me ocurra algo.
Ahora que salgo,
dejaré una puerta abierta.
Como muchas de las que deja con sus letras y la ejecución de su desestabilizador performance.
Atte
Performativo Decadente