viernes, 5 de octubre de 2007

AMY WINEHOUSE. Un cuerpo que NO- importa(?)!!!

Se vuelve notorio el uso que los medios de comunicación tienen sobre el control, coerción, ejecución, acción y reacción en la mente de las personas, y mas aún, aunque no lo parezca, sobre sus cuerpos. Los mecanismos que hacen reaccionar a los sujetos - "sujetos" doblemente, como individuos y como "fijados" a una estructura-, a estos medios crean en ellos la ilusión de una enajenación total sobre lo que se puede considerar "normal" y lo "abyecto", el caso de Amy Winehouse hace patente el uso de estos mecanismos bajo los cuales encorsetamos e inscribimos en nosotros la "normalidad".

La historia de esta singular cantante británica me remonta a pensar acerca del "problema" de ser "raro", Amy cuenta con dos producciones en su haber Frank y Back to black, esta última la ha llevado a ser multinominada en cuanto a entregas de premios, sin embargo, no han podido hacer que separen su, al parecer caótica vida privada, de la artística. Son constantes las notas e inclusive los ataques, hasta de su mismo suegro, de entre las mas notorias son las que apuntan hacia su adicción, su caracter depresivo y sobre todo hacia su performatividad.

Las fotografías y recientes presentaciones de Amy la muestran demacrada, llena de cicatrices e inclusive sin algún diente, sin embargo, al principio de su carrera ella sufrió el mal desempeño de los medios masivos cuando fue tachada de obesa lo cual detonó en su persona una serie de transtornos alimenticios, de igual manera fue peyorativamente llama "lesbiana" al momento de comenzar a tatuarse, sin embargo, si lograsemos o quisieramos ver mas allá podríamos encontrar un trabajo genial en cada una de sus letras, por medio de las cuales denotan a una mujer empoderada de su sexualidad, y de las manifestaciones de éste, como podría ser el siguiente fragmento de "Back to black":

He left no time to regret
Kept his dick wet
With his same old safe bet
Me and my head high
And my tears dry
Get on without my guy

El problema de Amy no es su caracter ni su adicción, el problema con Amy es su performatividad, es decir, en cierta manera reniega de los estereotipos que le han sido asignados a su género, resulta ser para una mayoría heteronormativa un cuerpo grotesco, el de una mujer hetero que se tatúa, que le canta al pene que la abandona y sobre todo que recrea en ella misma toda una norma subversiva. Cabe citar a Judith Butler cuando nos habla al respecto de la ininteligibilidad, tan importante es dentro de esta dialéctica el cuerpo que importa como el que NO- importa, pues éste último tendrá sus propios mecanismos para hacer posible su humanidad y por consiguiente parodiar, para así burlar, la norma.

Por mientras estaremos en espera del nuevo cd de esta singular cantante, para seguir reconfortando la audición y sobre todo la vista, con un cuerpo que, paródicamente, no importa, pero que conforma, al desidentificar, a los sujetos.


Atte.

Performativo Decadente