sábado, 31 de diciembre de 2011

Hiperbolizando el 2011

Eran aproximadamente las cuatro de la mañana, la loca se colgó su iPod, era como la quinta vez que escuchaba "Ángel de Amor" (Ely Guerra, versión Teatro Metropolitan); se adjudicaba cada uno de los versos de aquella canción, todos y cada uno:

Ángel de amor, pon en mis labios la cal,
deja que vuelva a caer,
no tengo miedo a ceder una vez más.
Quiero sentir, darle mis horas de paz,
darle mi tiempo de amor,
curarme lento este ambiguo dolor.

Te quiero, te extraño, no sé que más decir, sólo te quiero a ti.
Deseo tus manos para poder sentir.

Ángel de amor siente mi cuerpo latir,
déjame ser para él como un refugio de mansa quietud.
...

...dejaste en mi tierra tu olor y en mi espalda la caricia e irresolución.
Y aquieto a menudo las aguas que estallan ahogándome la razón.
Ojalá fuéramos inseparables, ojalá, por favor.

Era imposible no brincar con esa canción. De repente, el sonido del audífono derecho del Narratofílico II (iPod Classic 160 GB) comenzó a fallar, sin explicárselo, volvió a su hamaca, lo entendía, había perdido lo último que creía suyo, el 2011 se iba, como la cordura entre las aguas locas, como sus oportunidades tras su desidia, llevándose todo a su paso...

Lana Del Rey tiene razón: "We were born to die..."

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