domingo, 20 de julio de 2008

LA "NATURALEZA" DE LAS COSAS. Disertaciones ante el deseo irresoluto.



Todo estaba escrito en tu rostro


como en una piedra antigua:


si no quise leer


fue por miedo a la revelación.


Cristina Peri Rossi, Clave



Hace poco una persona de manera acuciosa, y tratando de menospreciar a mi autora favorita me dijo: pareciera que la lucha de clases pasó a segundo término y lo que ahora mueve al mundo es el deseo. Y respondí: ¿es que acaso en la lucha de clases no converge el deseo? Ya no recuerdo que argumentó, pero me parece que se quedó callado y asintió con la cabeza, puro performance!!

Luego, después de pasar tiempo pensando en esta materia del deseo, la mía en particular, me doy cuenta que en realidad somos sujetos constreñidos desde nuestros primeros acercamientos hacia el exterior (para con las personas, la sexualidad, el amor y tanto rubros mas), ¿Cómo seremos capaces de idear un deseo que no derive en lo irresoluto? He ahí el principio de todo:

No es que el deseo sea irresoluto,
es que no sabemos idearlo...

Devenimos de una serie de construcciones sociales naturalizadas y su contraparte, una aparente inclinación "natural" constreñida en lo social, anucios, tecnologías, estereotipos, consumos, antojos, hambre, fe, creencias, etc, todas ellas permeadas en una relación simbiótica entre lo natural -contra lo que nada se puede hacer- y lo social -que para "Ser" debemos "hacer"-. Lo cual ha derivado en una serie de llagas sociales tales como la anorexia, la baja integración social, el compromiso para con lo que uno hace y para con los demás, la espontaneidad, la emotividad y tantas restricciones mas que nos autoinfligimos.

Eso es lo irresoluto, nuestro devenir, auspiciando deseos que nunca se realizarán, por que es justo "eso" lo que nos han enseñado a desear, lo que no se logrará. Cuando la aceptación y el ejercicio de la libertad convergen en nuestra persona las cosas dejan, tal vez, de parecer caóticas...tal vez y sólo tal vez sea eso...


atte.
Performativo Decadente
PD: La fotografía es de una colección de Claudia Bohm , gogléenle.

1 comentario:

Diversa Luberza dijo...

Pues ya ves, como dice Mayra Santos, el deseo siempre se transforma en algo monstruoso...